Quien dijo que la mirada no mataba, erro en su veredicto. Mata seriamente, porque aniquila sin dejar rastros de sangre derramada. Una mirada perdida, sin rubo; una mira acusadora, de castigo; una mirada triste, una de compasión. Dicen los ojos son el espejo del alma, que reflejan todo lo que el corazón siente, mas no dice.
Victima de miradas he sido esta noche, he esta atrapada bajo las retinas dilatadas de aquel joven conocido, pero a la vez tan extra;o, atrapado bajo la oscuridad que reflejan sus ojos negros, atrapada sin salida, encarcelada pero libre bajo a aquellos ojos que no puedo leer, que no entiendo lo que dicen, que me asuntan y me provocan curiosidad.
Me observa en la distancia, y se aparta con sosiego, no articula palabra alguna, pero hay un choque de miradas, cuando miro no mira, cuando mira no miro, me busca con los ojos, pero se aparta con el cuerpo. Intento pasar inadvertida pero siento sus pupilas son clavadas en mi semblante, y me rió y fingiendo que es normal, que nada pasa.
Pensé en un momento que son cosas mías, que no hay nada particular en su forma de actuar, que estoy alucinando buscándole excusas a mi inquietud de saber que pasa por su cabeza. Pero los ojos cuentas historias, y tras la mirada hay mas que imágenes, hay recuerdos del ayer que dejan marcas, y si te cohíben de hablar, tu mirada gritara.
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